Me han llamado
la atención comentarios de madres que plantean que sus hijos son tratados por
los psicólogos de los colegios a los que asisten.
Los colegios
son nicho de trabajo de los psicólogos educativos, en ellos realizan una
importante labor enfocada al proceso enseñanza-aprendizaje. Para realizar dicho
trabajo deben mantener una óptica sistémica, eso quiere decir que no trabajan
con individuos, trabajan con sistemas, con grupos en interacción. No trabajan a
nivel individual, no trabajan con los niños individualmente sino con el grupo
de los estudiantes. No trabajan con un apoderado individualmente, trabajan con
el grupo de los apoderados y, no trabajan con un profesor individualmente,
trabajan con el grupo de los profesores. En definitiva el trabajo de los
psicólogos educativos tiene que ver con estos grupos y con la interacción entre
ellos, siempre sin olvidar que su objeto de trabajo dice relación con el
proceso enseñanza-aprendizaje.
La diferencia
de lo anterior con el trabajo del psicólogo que se dedica la psicología
clínica, es que el psicólogo clínico trabaja individual o grupalmente pero
teniendo como punto, como objeto de su trabajo, el proceso de salud-enfermedad.
Para el trabajo del psicólogo que se dedica a la clínica psicológica es necesario
un cierto cuidado en relación al contexto, una cierta asepsia.
Como para un
cirujano no resulta correcto ni conveniente realizar una cirugía en una cocina
con un cuchillo carnicero sino, más bien, en un pabellón y con un bisturí. El
psicólogo que se dedica a la clínica debe poner atención al contexto físico
donde realiza la intervención que requiere su trabajo, pues el contexto físico
es parte del campo (corte de la situación que es parámetro de la medición en
relación a las conductas).
El contexto
donde se realiza la psicología clínica, queda asociado en la mente de quien la
experimenta con los contenidos trabajados, muchas veces dolorosos, ansiógenos y
siempre muy íntimos. No creo que este sea el contenido al que las autoridades
educativas quieren que esté ligada su labor en la mente de los niños, sujetos
en formación.
Este es un
tema delicado mirado como un proceso pues, de quedar estos contenidos asociados
en los niños, quiere decir que probablemente, bajo la dinámica del
desplazamiento, asocien esos contenidos al trabajo. Esto, no creo que sea lo
que quieren los empresarios ni trabajadores del futuro, que se asocie el lugar
de trabajo con la enfermedad, con la ansiedad, con el dolor y otros contenidos
que trabaja la psicología en su actuación clínica.
Si realmente
nos importan los sujetos en formación y los futuros adultos, es positivo pensar
estas cosas y ejecutar acciones congruentes al bienestar tanto de nosotros como
de ellos, y por tanto del bienestar social.
Jorge Salazar
Psicólogo Clínico y Terapeuta Familiar.
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