jueves, 7 de agosto de 2025

Complejidad y algunos riesgos asociados a psicofármacos.

He decidido escribir este texto con el objeto de ofrecer una introducción extremadamente simplificada y no para profesionales, clara y general sobre la farmacología aplicada específicamente a la salud mental. Busca explicar, de manera muy gruesa, cómo se usan los psicofármacos para tratar trastornos neurológicos y psiquiátricos, describiendo algunos de sus mecanismos de acción, beneficios terapéuticos, efectos adversos y riesgos asociados. Lo fundamental es resaltar la importancia del conocimiento farmacológico para personalizar tratamientos, optimizar dosis y asegurar un manejo clínico cuidadoso, con el fin de maximizar los efectos positivos y minimizar las complicaciones en los pacientes. Para este fin busco mantener un enfoque integral, riguroso y fundamentado en referencias confiables.


Como profesional de la salud mental, y según parte de mi experiencia y formación, primeramente abordaré esta nota desde una perspectiva integradora. Lejos de ser, este escueto fragmento, un tratado profundo y acabado es una enunciación de nociones importantes para comprender la complejidad de nuestro organismo y del conocimiento que requiere un abordaje profesional y serio al respecto.

La farmacología es una de las ciencias que estudia las sustancias químicas y su interacción con los sistemas biológicos, esencial para comprender cómo los fármacos modifican funciones específicas del organismo. Permite intervenir en disfunciones que afectan al sistema nervioso central y periférico, modulando neurotransmisores y receptores para restaurar o mejorar la función neuronal. Los conocimientos que entrega, sirven de apoyo para manejar trastornos mentales mediante psicofármacos que actúan sobre circuitos neuronales implicados en el comportamiento, la emoción y el pensamiento. El conocimiento farmacológico es fundamental para personalizar tratamientos, optimizar dosis y minimizar efectos adversos (Stahl, 2013).


Algunos de los principales psicofármacos destacan los antidepresivos, antipsicóticos, ansiolíticos y estabilizadores del ánimo, cada uno con mecanismos de acción específicos. La fluoxetina, por ejemplo, es un antidepresivo inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS), bloquea la recaptación en la neurona presináptica aumentando la concentración de serotonina en el espacio sináptico, lo que mejora la neurotransmisión serotoninérgica. Además, antagoniza los receptores 5HT2c, facilitando la liberación de noradrenalina y dopamina, potenciando así la energía, atención y concentración. Sus efectos adversos más comunes incluyen náuseas, insomnio, ansiedad y sequedad bucal (Wikipedia, 2025; MedlinePlus, 2022; menteAmente, 2025).


La risperidona, es un antipsicótico atípico, ejerce su acción bloqueando los receptores dopaminérgicos D2 y serotoninérgicos 5-HT2A, reduciendo síntomas psicóticos positivos y negativos y mejorando la estabilización del ánimo, aunque puede producir ganancia de peso y sedación. Similarmente, la olanzapina bloquea esos mismos receptores pero con mayor afinidad por los 5-HT2A, generando riesgos adicionales como síndrome metabólico y diabetes (Keks, Hope, & Keogh, 2016; Stahl, 2013).


En cuanto a los ansiolíticos, el lorazepam y el clonazepam pertenecen a la familia de las benzodiacepinas y actúan como agonistas en el receptor GABA-A, potenciando la inhibición neuronal y produciendo efectos ansiolíticos, anticonvulsivantes y sedantes. Sin embargo, pueden ocasionar dependencia, somnolencia, ataxia y amnesia anterógrada en el caso del clonazepam (Stahl, 2013; Keks et al., 2016).

Finalmente, el litio, estabilizador del ánimo clásico, modula diversos sistemas neuroquímicos y segundos mensajeros, siendo eficaz en trastornos bipolares, aunque requiere monitoreo continuo por su potencial toxicidad renal y efectos neurológicos como temblor (Stahl, 2013)

Esta visión superficial, nos permite una pequeña aproximación a la complejidad del tratamiento psicofarmacológico, resaltando la importancia de conocer detalladamente los mecanismos de acción, beneficios y riesgos de los psicofármacos para optimizar la atención clínica.

Jorge Salazar.
Psicólogo. 

Referencias

Keks, N., Hope, J., & Keogh, S. (2016). Antipsychotics: Adverse effects and management. Australian Prescriber, 39(1), 5-9.


Stahl, S. M. (2013). Stahl's essential psychopharmacology: Neuroscientific basis and practical applications (4th ed.). Cambridge University Press.


Wikipedia. (2025). Fluoxetina. Recuperado de https://es.wikipedia.org/wiki/Fluoxetina


menteAmente. (2025). Fluoxetina o Sertralina. Recuperado de https://www.menteamente.com/blog-salud-mental/fluoxetina-sertralina


MedlinePlus. (2022). Fluoxetina. Recuperado de https://medlineplus.gov/spanish/druginfo/meds/a689006-es.html

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