Mucho se ha estudiado y dicho en relación al serio problema del bullying entre escolares, sin embargo este no es un problema exclusivo de ese grupo etario y que se deje ver exclusivamente en el clima construido por nuestro sistema de escolarización, sino una manifestación sutil de un fenómeno social mucho más amplio cuyas aristas y raíces emergen desde otros dispositivos sociales, entendiendo como dispositivo social a una red heterogénea de elementos discursivos y no discursivos que producen efectos de poder y subjetividad en un contexto histórico específico (García Fanlo, 2007). En la adultez, también es posible apreciar este fenómeno y sus consecuencias psicológicas profundas.
El psicólogo experimentado puede rastrear el acoso entre adultos, ya sea en el ámbito laboral, social o familiar. El bullying entre adultos puede adoptar formas como la exclusión, la difamación, humillación, manipulación o agresión verbal (Psychology Today, s.f.; Kidpower, s.f.) ó por otros medios. Este fenómeno es siempre una manifestación de violencia, toda vez que implica una dependencia y diferencia de poder, entre victimarios poderosos y víctimas débiles dependientes de sus victimarios, en una sociedad humana. Lo anterior es insoslayable y necesario si consideramos que el universo simbólico social es coercitivo, toda vez que, un universo simbólico es un sistema de símbolos y creencias que impone control social mediante amenaza y exclusión (Joseph & Nugent, 2002).
Las víctimas adultas de bullying pueden experimentar como consecuencia de esta forma de violencia una baja autoestima, ansiedad, depresión, trastornos psicosomáticos y estrés postraumático, afectando su bienestar general y desempeño personal y profesional (Vervana Psicología, 2024; ITAE Psicología, s.f.). Además, los agresores suelen mostrar rasgos como impulsividad, falta de empatía y dificultades para regular emociones, lo que puede perpetuar ciclos de violencia y afectar sus relaciones interpersonales (Sanitas, 2023). De esta óptica, son víctimas tanto, quienes ejercen esta forma de violencia como quienes la reciben.
El abordaje psicológico en adultos debe contemplar la identificación temprana de estas dinámicas y la intervención terapéutica que favorezca la recuperación y elaboración afectiva, el desarrollo de habilidades sociales, la resiliencia y la reparación social. Prestando atención a este fenómeno, su origen, y abordaje oportuno.
Como profesionales empáticos y humanos tenemos el deber de promover entornos laborales y sociales saludables, fomentando la comunicación asertiva y la resolución pacífica de conflictos, además de capacitar a las personas para reconocer y denunciar el acoso. La participación activa de todos los participantes en la interacción social es clave para romper el silencio que permite la continuidad del acoso (Esade, 2021).
El bullying, en adultos, no es solamente una forma de matonaje, es un problema serio que requiere atención integral desde la psicología para proteger la salud mental y promover relaciones respetuosas y constructivas.
Este tipo de fenómenos es una manifestación primitiva de precariedad humana y social. Una manifestación de incapacidad intelectual y de fracaso, en cuanto a la posibilidad de instrumentalizar recursos superiores como vía de resolver conflictos y dar curso al malestar que implica la cultura y la vida en sociedad, un emergente de nuestra forma de economía injusta, interacción social rudimentaria y distribución del poder inequitativa. Un desafío a superar en nuestro desarrollo.
Jorge Salazar.Referencias:
Psychology Today. (s.f.). Las 5 principales maneras en las que los adultos hacen bullying.
García Fanlo, L. (2007). ¿Qué es un dispositivo?: Foucault, Deleuze, Agamben. Revista de Trabajo Social, 74(1). Recuperado de https://www.smujerescoahuila.gob.mx/wp-content/uploads/2020/05/fanlo74-1.pdf
Joseph, J., & Nugent, D. (2002). Universos simbólicos y dominación social. Estudios Sociológicos.
Kidpower. (s.f.). Bullying entre adultos: 5 habilidades para protegerte a ti mismo y a otros.
Vervana Psicología. (2024). Consecuencias emocionales del bullying en la edad adulta.
Sanitas. (2023). Acoso escolar o bullying: perfiles psicosociales.
ITAE Psicología. (s.f.). Efectos del acoso escolar (bullying) en la vida adulta.
Esade. (2021). La psicología tras el bullying: cómo detectar el acoso.
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