Cuando hablamos de la etiología (del griego aitia, “causas”) hablamos de las causas de las enfermedades o patologías. En otro escrito ya me he referido a como es más correcto hablar de las esquizofrenias que de la esquizofrenia. Pues dentro de está denominación pueden ser agrupadas distintas manifestaciones patológicas. En relación a su clasificación desde la literatura psiquiátrica se habla de los subtipos de esquizofrenia, los que difieren, a lo menos en el nombre, según la fuente en la que se inscriben.
Ha pasado tiempo desde que en la búsqueda de la etiología de las enfermedades se ha pasado desde la monocausalidad, atribuir a una sola causa las enfermedades, a una pluricausalidad, en la que se reconoce que distintas causas generan un fenómeno patológico determinado.
En relación a las etiologías de las esquizofrenia es necesario reconocer la dificultad de establecer una causa y como en lugar de eso existen distintas descripciones y datos aportados por variadas investigaciones. De la etiología de la esquizofrénica actualmente solamente existen hipótesis, es decir conjeturas o suposiciones.
La hipótesis “de etiologías múltiples” plantea que al ser la esquizofrenia un grupo de trastornos, son distintas las etiologías para cada uno de esos trastornos, aunque lo anterior contrasta con la realidad de que muchas veces una persona afectada por esquizofrenia transita por los distintos subtipos que la componen.
Algunas hipótesis etiológicas ponen el acento en lo endógeno es decir, en las características propias del organismo, mientras que otras, en lo exógeno o características del medio ambiente en el que se desarrolla la afección).
Dentro de las hipótesis que plantean mayor importancia a los factores endógenos están las que asocian la causa de la enfermedad a factores genéticos. Algunos estudios efectivamente confirman que existe un potente factor genético relacionado al padecimiento de la esquizofrenia.
Los estudios de Gottesman y Shields (1972) se enfocaron en la relación de adquisición de la enfermedad entre gemelos tanto idénticos (monocigóticos), es decir que compartían el mismo material genético comparadas con la de gemelos fraternos (dicigóticos), es decir, los que comparten la mitad de los genes. En estos estudios se comprobó que los gemelos monocigóticos tienen mayor tasa de adquirir la enfermedad (aprox. 55%), mientras que los dicigóticos solo un 10%.
La evidencia de los factores genéticos involucrados en la enfermedad es aún más sólida a partir de los estudios de adopción. Estos estudios, ponen de manifiesto que el 15% de los hijos de madres esquizofrénicas crecidos con ellas, llegan a ser esquizofrénicos. Porcentaje que no cambia cuando esos niños hijos de madres esquizofrénicas son criados con madres adoptivas. Según estos estudios el factor genético es más importante que la influencia de la madre en la adquisición de la esquizofrenia.
Si bien estos estudios comprueban la importancia del factor genético al mismo tiempo comprueban que la importancia no es absoluta, pues en el caso de los gemelos monocigóticos la correspondencia de la adquisición de la enfermedad no es del 100% lo que nos invita nuevamente a volver la mirada en el medio ambiente donde se crecen y forman quienes adquieren la enfermedad, es decir, en los factores exógenos.
Frente a la disyuntiva entre factores endógenos o exógenos, me parece interesante el planteamiento de las series complementarias, a través de las que Sigmund Freud (Lecciones de introducción al psicoanálisis, 1916-1917) plantea la complementariedad de factores endógenos y exógenos en la adquisición de las neurosis (aplicada en este caso por supuesto, al ámbito denominado de las psicosis en el que se inscriben las esquizofrenias).
La idea de las series complementarias freudianas parece adecuada, pues permite abarcar tanto factores genéticos hereditarios como medioambientales, además de dar importancia a las vivencias infantiles, especialmente a aquellas que imprimen su huella con mayor intensidad en los sujetos.
Si bien actualmente se realizan múltiples investigaciones para determinar un factor genético o un gen que sea causa de las esquizofrenias, esta búsqueda no ha sido fructífera, si no que ha conducido a hipotetizar en función de la influencia de distintos genes.
El reduccionismo de plantear que un tipo de causas es determinante, parece una tentativa estrecha de comprensión. Tan estrecha como pensar que la adquisición de esta enfermedad coarta absolutamente la vida y futuro de quienes la sufren.
Jorge Salazar
Psicólogo Clínico y Terapeuta Familiar.
Estoy de acuerdo, pero si es así, porque no se trata a los familiares desde la niñez de sus hijos para evitar los factores ambientales o desencadenantes, si se sabe que hay factores genéticos en una familia.
ResponderEliminarEn el caso de las madres adoptivas es mas necesario aun.