Resulta dificultoso creer cuando algún paciente con
depresión nos cuenta que al acercarse al sistema público le dan hora para 3
meses después de que pide ayuda. A lo anterior se suma lo complejo que es que
les citen a tratamiento de su enfermedad una vez al mes.
Considerando esa información, ¿Qué es posible pensar de las
estrategias de Salud Pública en este aspecto?. ¿Qué posibilidad queda a las
personas afectadas por trastornos mentales en Chile?.
Sin duda la opción que resulta más conveniente para los
afectados es acercarse a la salud privada. Cuando trato con un paciente en el ámbito
privado de salud, me es posible como profesional, atenderle en una frecuencia
adecuada, de al menos una vez por semana y durante todas las semanas.
El trabajo psicológico requiere una frecuencia adecuada considerando
que las modificaciones a realizar si no son persistentes, pueden diluirse con
el paso del tiempo entre sesiones. Y
cada sesión hay que comenzar nuevamente sobre la escaza marca que ha perdurado
desde la última intervención.
Otra cuestión fundamental, para un tratamiento psicológico es
que sea realizado por el mismo profesional, no es conveniente, que un día te
vea un profesional y luego otro, a la siguiente cita. Es natural que la
formación y fortalecimiento de una relación terapéutica se vea mellada por
estos cambios y no permite ni al paciente ni a sus terapeutas, generar el vínculo
necesario para enfrentar los obstáculos que se presentan en el camino de la
recuperación de la salud.
El tiempo de trabajo con el profesional también debe ser
adecuado, no es posible, que un profesional se encuentre limitado a trabajar
durante 10 o 15 minutos con un paciente, cuando el requerimiento que impone la enfermedad
requiere a lo menos una intervención de unos 40 minutos, que permita al
paciente establecerse en el espacio de trabajo, adquirir confianza y contar
progresivamente cuestiones delicadas que requieren de un espacio, comodidad, tiempo
y pausas adecuados.
Me parece responsable, aclarar a los lectores que las
condiciones que establece el sistema público de salud para tratar las
enfermedades mentales no responde a las necesidades, que al menos desde la
psicología son requeridas. En otras palabras el estado plantea entregar dicho
tratamiento pero, no lo entrega.
¿Qué es lo que entrega entonces?.
Entrega cronificación de los trastornos mentales, es decir,
transforma a las enfermedades mentales, en enfermedades de por vida.
Con el tipo de tratamiento que entrega además, muchas veces
favorece se adjunten a los trastornos por los que consultan las personas, otras
enfermedades, como adicción a los psicotrópicos.
¿Por qué razón los profesionales trabajan en este tipo de
entrega de salud (sistema público)?. Pienso que cada profesional tendrá una
respuesta a esa pregunta. Pienso que a la base puede existir la necesidad de
trabajar y requerir un sueldo. Lo preocupante es, que de ser así esto se ha
puesto por sobre la vocación e incluso la dignidad de los profesionales y de
las soluciones que están preparados para entregar. En pocas palabras la
situación obliga a los profesionales a participar en la denigración de su
profesión y en la construcción de desprestigio de sus escasos logros en el
contexto dificultosos de trabajo que se les plantea.
Que alternativa tienen los chilenos para tratar sus trastornos
mentales, la respuesta es la atención privada de salud. En ella el paciente
encontrará una atención adecuada en frecuencia, con el profesional y el tipo de
tratamiento adecuado. Lo doloroso, es que la mayoría de los chilenos no cuenta
con la posibilidad de pago que implica este tipo de tratamiento.
Algunos psicólogos somos conscientes de estas problemáticas y
ofrecemos servicios alcanzables y adecuados a nuestros consultantes con sus
particularidades, pues la salud es nuestra prioridad y entendemos que cuando
nuestros pacientes están bien gracias a la participación de nuestros esfuerzos,
nosotros y el prestigio de nuestra profesión también se ven incrementados.
Jorge Salazar
Psicólogo Clínico y Terapeuta Familiar.