martes, 11 de octubre de 2011

El Suicidio, una realidad que hay que enfrentar.


 El Suicidio, según cifras entregadas por la Enfermera Irma Rojas Rojas (2008) es la causa de alrededor de 1 000 000 de muertes en Chile, una causa que es posible anticipar y prevenir al menos en un importante número de casos. Es impactante el papel que cumple dentro de las primeras cinco causas de muerte de adolescentes y el aumento que ha presentado en Chile. Para el año 97 se estimaban 6,2 suicidios por 100 000 habitantes mientras que para el año 2004 el número se elevó en una cifra cercana al doble de 10,8 por 100 000 habitantes.

Algunas de las complejidades que implica dicen relación con las diferencias de género, como de las diversas motivaciones involucradas. En Chile el número de suicidios de personas de género masculino es notoriamente superior al suicidio en personas de género femenino, llegando a existir una proporción de 1 suicidio femenino por cada 6 suicidios masculinos (Duery, 1996). Lo anterior podría estar relacionado con las formas en que a nivel cultural se enfrenta la enfermedad mental. En el plano de la especulación, es posible concluir que en nuestra cultura al hombre no le es posible enfermar de alguna afección psiquiátrica que genere desesperanza, dependencia o baja autoestima, fenómenos que podrían estar ligados al desenlace en el acto suicida. Por otra parte, las mujeres si se permitirían atravesar dichos procesos con una mejor tolerancia y mayor autocuidado, acercándose a los profesionales idóneos para enfrentar dichas dolencias.

Se debe prestar mucha atención cuando una persona atraviesa un momento complejo, como puede ser desempleo, discusiones, agresiones, depresión. En estos momentos cobran particular importancia las denominadas ideas de muerte. Las ideas de muerte puede ser referencias que realiza una persona al deseo de no estar, de desaparecer, de no existir o francamente puede existir la advertencia manifiesta del deseo de quitarse la vida por parte del afectado.

No menos importante son los denominados intentos suicida como actos que no llegan a culminarse. Tras los intentos suicidas generalmente existe un fin manipulativo, que sin embargo, no atenúa la importancia de la intervención profesional y del cuidado de quien ha realizado este acto. Si una persona ha realizado algún intento suicida, aunque sea este manipulativo, los estudios demuestran que aumenta la probabilidad de que concrete el acto en el futuro, Ya sea porque el intento manipulativo se le va de las manos, o porque no existió el espacio necesario para la intervención de terceras personas.

Existe evidencia de que el suicidio es un proceso, de ahí que ya la ideación suicida es un indicador importante, tal como el intento suicida. Ambos factores asociados a una enfermedad que afecte la salud mental merecen seria atención e intervención profesional, en este caso, la negligencia puede implicar la muerte.
Jorge Salazar
Psicólogo Clínico y Terapeuta Familiar.
  

Referencias:

Duery. (1996) Avances del Conocimiento. Santiago: Antartica.
Rojas, I(2008)Ministerio de Salud de Chile.

4 comentarios:

  1. Es impactante y a la vez complejo. Impactante, dado que todo lo relacionado con la muerte resulta ser así para los sobrevivientes, y complejo porqué cabe preguntarse si es un tema de salud pública o un cuestionamiento moral. No sé si las estadísticas que cita incluirán variantes en la “motivación del suicidio”. No lo creo. Pero dentro de la “lógica” de estos actos (creo que fue Durkheim quien realizó estudios sociológicos más profundos al respecto) hay suicidios que son de carácter altruista (mártires) y otros que más bien tienen que ver con las convicciones existenciales que tiene el sujeto (estoy imaginándome una “auto eutanasia”, alguien que queriendo evitarse la agonía se mata). El asunto es ¿cuántos de los suicidios contabilizados estadísticamente en nuestro país son producto de una depresión profunda no tratada? Puede que todos, más aún en el caso de adolescentes. Pero pienso que también, por lo menos, algunos de esos hechos tienen más que ver con una renuncia voluntaria a una empresa que no tiene futuro, acto que más que melancólico me parece sabio, en vista de que existen demasiados deprimidos, oprimidos por sus propias rutinas y la aceptación de su medio opresor, que igualmente se están suicidando pero muy lenta, agónica y dolorosamente…

    Un abrazo compañero.

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  2. Concuerdo Pablo y me parece importante reconocer el énfasis que planteas en este fenómeno. Pues, como en todos los fenómenos humanos, el factor social es fundamento y extensión (y no desligado de los otros fenómenos sociales: pobreza, enfermedad, discriminación, etc..). Existen diferencias culturales, hasta a nivel estadístico, que dan cuenta de esto. Que gusto leerte, gracias por tu aporte. Un abrazo.

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  3. jorge, saludos humildes aunque igual te extraño mucho quiero hacer una preguntas:
    -¿ es cierto que ahora el suicidio se aumento en las mujeres?
    -¿ que pasa con el suicidio en la sociedad en general? bueno esto queria hacer como consultas, saludos afectuosos y cuidate mucho.

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  4. Estimada Belen, la verdad es que desconozco cambios en el suicidio según sexo. Por otra parte es posible que las estadísticas no den cuenta de la magnitud del problema, varios casos pueden quedar fuera de ellas. Una cuestión que me parece fundamental para hacer frente a la problemática, en general es aumentar la preocupación por la salud mental, acercarse a consultar, frete a los cambios de ánimo y conductas propios y de nuestros seres queridos. De esta forma es posible evitar muchas muertes. Un saludo.

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