lunes, 23 de mayo de 2011

Crisis de Angustia

Las crisis de angustia son parte de los trastornos de ansiedad. Se caracterizan por ser acontecimientos de origen súbito, violento y agudo que invade a la persona provocando un conjunto de síntomas que alcanzan su máximo nivel de intensidad rápidamente en cuestión de minutos.

Algunos de los síntomas que experimentan las personas durante una crisis de pánico son sensación de muerte, malestar en el pecho, dificultad para respirar, sudoración, temor a perder el control o a enloquecer, deseos de huir del lugar, palpitaciones, sensación de atragantamiento, inestabilidad, deseos de llorar.

Es importante destacar que no es necesario que existan todos los síntomas anteriormente enunciados para que se hable de una crisis de pánico, sino que solo algunos pueden dar píe al diagnóstico. Tampoco es necesario que exista algún estímulo externo especial para detonar la crisis, aunque existen casos en que efectivamente ciertos estímulos actúan como señal de detonación de la crisis.

Si bien las crisis de angustia suelen aparecer por primera vez durante la adolescencia también existen casos de la aparición en la adultez. Es importante realizar un diagnóstico diferencial adecuado que descarte la existencia de enfermedad médica subyacente que pudiera generar esta estimulación tan intensa del sistema nervioso y que genera gran disfuncionalidad y malestar.

Lamentablemente las crisis de pánico generalmente son solo parte de otros síntomas y signos que pueden presentarse en varios trastornos de ansiedad.

Para el abordaje de las crisis de pánico existen eficientes medios farmacológicos que acompañado de la terapia adecuada pueden facilitar enormemente la vida de la persona que sufre este tipo de trastorno y llevar a su desaparición pues, su pronóstico es positivo en la mayoría de los casos.


Jorge Salazar
Psicólogo Clínico y Terapeuta Familiar.



5 comentarios:

  1. El concepto de -crisis de pánico-, si no me equivoco, es algo relativamente “nuevo”; es decir algo descrito en el DSM-IV, no lo sé bien (no me gusta mucho esa literatura). En cualquier caso, ciertamente, no parecía hablarse de éste hace 10 años atrás, o por lo menos no con tanta frecuencia como hoy. Todo lo que me hace pensar qué tal vez no sea una manifestación sintomática tan súbita y espontanea como se le plantea, sino que más bien una prolongada dolencia psíquica sin exteriorizar, reprimida, que no es un trastorno por si sola y por ende está lejos de poder tratase con medicamentos y terapias enfocadas en la angustia o la ansiedad… Es -su origen (el de la crisis)- la respuesta y la posibilidad de su paulatino desvanecimiento.

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  2. Concuerdo en la mayoría de lo que planteas. Como está planteado en el DSM las “crisis de angustia”(no de pánico) efectivamente son un invento nuevo, probablemente con menos de 10 años de historia como dices. Sin embargo, al menos la palabra y bueno, algunas similitudes se dejan ver en los escritos de 1895 de Freud, es decir en sus primeras publicaciones psicoanalíticas. Cito: “De los ataques espontáneos de angustia, cuyo contenido es el vértigo, las palpitaciones, la falta de aire, los temblores, el sudor... Y mi teoría en modo alguno parece inepta para explicar la aparición y la ausencia de estos ataques de angustia. En efecto, en toda una serie de casos de neurosis de angustia se puede observar realmente lo que parece ser una periodicidad en la emergencia de los estados de angustia, semejante a la periodicidad epiléptica, sólo que aquí su mecanismo es más trasparente.” De las causas subyacentes, de eso el DSM no dice absolutamente nada. Freud plantea algunas cuestiones: «Al principio, me empeñaba por falsos caminos. Me parecía que la angustia que sufrían los enfermos no era sino la continuación de la angustia experimentada durante el acto sexual, por lo tanto, de hecho, un síntoma histérico»...«en la histeria, una excitación psíquica toma un mal camino y conduce a reacciones somáticas»...«una tensión física que no puede descargarse psíquicamente» . En el Texto “inhibición, síntoma y angustia” [1925], precisa mejor los conceptos y plantea una hipótesis causal, interesante. Se ha escrito bastante al respecto, Lacan también plantea algunas cuestiones interesantes. En lo personal, he notado que las personas que sufren esta afección, generalmente no la sufren sola, no es exclusiva sino parte de un conjunto de cuestiones y que tiene relación con una mala distribución de la energía (por denominarle de alguna forma). Bueno, esto es lo que yo he visto. Además estas pacientes suelen demostrar el elevado grado de ansiedad en que hablan muy rápido, y muchas cosas, en algún caso la sesión entera es solo y absolutamente escucha, especialmente la primera. Creo que es importante el caso a caso. Y efectivamente tratar lo que está de fondo. Esto siempre puede variar. Un Saludo Pablo.

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  3. Efectivamente la literatura psiquiátrica (DSM) deja la puerta abierta como para ni siquiera preguntar el nombre sino que administrar de inmediato el clonazepam o lorazepam. Sabemos que eso no soluciona nada.

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  4. y que lo soluciona,aparte del clonazepam,yo llevo 10 meses con licencia medica por estos sintomas mas otros mayores y no he podido salir de las crisis de panico y la angustia

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  5. El clonazepam no soluciona nada, solamente puede atenuar los síntomas, también provoca adicción, problemas de memoria, hepáticos (al hígado), en algunos casos alucinaciones y problemas del comportamiento. También frente a esa droga las neuronas producen menos receptores para la misma, de ahí que cada vez son necesarias dosis más altas, es decir se produce tolerancia al clonazepam. Cuando ya está instalada la adicción al clonazapam, se presenta síndrome de abstinencia si no hay consumo, este consiste en varios síntomas, también en este caso es probable se cometa el suicidio (http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_abstinencia_de_las_benzodiazepinas) . El mecanismo a que se atribuye el efecto ansiolítico del conazepam es que su molécula activa se adhiere a la subunidad Beta del GABA, lo que genera hiperpolarización de la membrana, en otras palabras, dificulta se trasmita el impulso nervioso. La hipótesis actual es que este mecanismo se realiza principalmente en el sistema reticular activador ascendente. Dado que el GABA es inhibidor, la estimulación de los receptores aumenta la inhibición y bloquea la excitación cortical y límbica después de estimular la formación reticular del tallo cerebral.
    Lo anterior no significa que solucione el problema, solamente atenúa temporalmente los síntomas. Significa que por medios químicos se genera resistencia del sistema nervioso a transmitir impulso nervioso, nada más.
    Solucionar las crisis de angustia implica reconocer que las produce. Para eso es necesario realizar una exploración profunda psicológica de quien la sufre. Pues no es la misma causa para todas las personas, las personas no somos iguales, no hemos vivido lo mismo.
    En otras palabras, lo ideal es que asistas al campo de trabajo psicológico y descubras que es lo que a ti te produce la descarga nerviosa implicada en la crisis.
    No hay receta mágica y generalizable, solamente una posibilidad de trabajo terapéutico en función de reconocer que está involucrado tras la sintomatología. Esa es la ruta de una solución posible.

    Saludos
    Jorge Salazar.

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